6.19.2009

nuestro día no termina

Y quizás si puedo creerlo, creerme a mí misma. En el enorme círculo que soy siempre encuentro un espiral. Las ramas de los árboles, peladas, con un trasfondo naranja y el frío que sale de mi boca cuando suspiro vuelven a significar algo. De repente me encuentro. Tan Lucía riéndose de su risa, esperando en la fila para tomar el colectivo. Me encuentro en eso que me jacto de ser, eso que estoy segura de ser. Ese gigante, colosal círculo incierto en el que todo tiene sentido.
Cuando Pauli me dice "sos la mejor sensible del planeta" (que es sólo el círculo ese planeta quizás, en el que todo se enrosca y se eriza, se lagrimea y se inhala profundo y se carcajea hasta el dolor abdominal) ¿tiene razón?
Soy yo, hola, no me perdí. Mi lugar es la sensación, que no se queda quieta, aún esté yo inmóvil vuelve la vorágine beatífica, viva, a hacerme.

2 comentarios:

mala praxis dijo...

corazón
qué palabra la palabra corazón

Tomás en Shorts dijo...

te olvidaste de ponerle un corazón al barbudo de atrás