la garganta con fuego
orquídeas crecían en el canal
de las aguas que corrían
en cámara lenta
todos los hombres se tiraban
desde las copas altísimas de los árboles
y se abrían la cabeza
los sesos esparcidos
y yo miraba la sangre que manaba
y me reía de placer
el orgullo se evaporaba
subía y subía con el crepúsculo
rojo azul y violeta
todos los cuerpos suicidados
con la mirada de horror fijada
los ojos bien abiertos
inyectados con terror
habían visto el mal que se les escapaba
con la vanidad y el aire
miserables jóvenes
con el deseo todavía vibrando en las venas
ya venían las serpientes venenosas
reptando por el barro
a devorarlos
tan malditos tan hermosos
y tan muertos
9.22.2009
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